
“Se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía” (O.M.S, 2019). La realización de actividades recreativas y/o físicas son de suma importancia para mejorar el comportamiento y el desarrollo integral en los niños y niñas de educación parvularia. Dentro de los principales beneficios que podemos encontrar se encuentra el desarrollo cognitivo, pues la actividad física estimula el cerebro y las funciones cognitivas, mejora la atención y la capacidad de aprendizaje, lo que se traduce en un mejor desempeño académico.
Desde la regulación emocional, la actividad física nos ayuda a liberar endorfinas, neurotransmisores que generan bienestar, disminuye el estrés y la ansiedad. Esto permite a que los niños puedan manejar sus emociones y se comporten de manera equilibrada. La actividad física ayuda a mejorar el comportamiento, disminuyendo conductas disruptivas, ayuda al autocontrol emocional, debido a que el ejercicio canaliza la energía positiva y reduce la hiperactividad. Es por eso por lo que siempre se sugiere que a edad temprana los niños puedan tener espacio donde puedan moverse, compartir con más niños mediante el deporte.

- Francisco A. Garcia Aranda.
- Encargado de Convivencia Escolar.
- Escuela de Lenguaje Pequeños Tesoros.