


El juego para los niños es uno de los principales conectores en su primera infancia. Articular el juego con el aprendizaje facilita y proporciona un aprendizaje más significativo. Por eso, en nuestra escuela nos apoyamos en el juego para trabajar los distintos contenidos acordes a las bases curriculares. Esto nos ayuda a abordar los diferentes estilos de aprendizaje, atendiendo a las necesidades e intereses de todos nuestros estudiantes.
El juego estimula diversas áreas, como la psicomotricidad fina y gruesa, el trabajo en equipo, la activación de la imaginación, la representación de emociones y la exploración de cosas nuevas. Además, potencia las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas de los niños y niñas. A través del juego, aprenden a resolver problemas cotidianos, a respetar turnos, a regular su conducta, a confiar en sí mismos y a compartir.
Nuestros estudiantes muestran motivación por aprender contenidos nuevos, incentivados por los premios que reciben al participar en los “juegos”. Esto los impulsa a seguir superándose clase a clase. Para nosotras, nuestros alumnos son lo más importante; son quienes nos representarán en el futuro. Por eso, incluimos juegos de profesiones, donde ellos pueden escoger y representar libremente la profesión de su elección, siempre guiados en su proceso de aprendizaje.
Este estilo de enseñanza nos ayuda a generar mayor confianza con nuestros pequeños. Ellos disfrutan del “jugar a aprender” con sus tías, fomentando un ambiente seguro y acogedor. Establecemos metas de aprendizaje y utilizamos recursos y materiales creativos y llamativos, elaborados por nosotras mismas para cada actividad planificada.

- Carolina Urrutia L.
- Técnico de nivel superior en educación diferencial
- Escuela de lenguaje Rucalaf.