El comportamiento alimentario selectivo, también conocida como neofobia alimentaria, es un comportamiento común en la infancia, donde los niños y niñas rechazan probar nuevos alimentos y limitan su dieta a opciones familiares.
Existen varias causas posibles para el comportamiento alimentario selectivo las más comunes incluyen:
• Miedo a lo desconocido: pueden sentirse inseguros al probar nuevos alimentos y prefieren quedarse con lo familiar.
• Influencia del entorno: Los hábitos alimentarios de la familia y el entorno social pueden influir en las preferencias alimentarias de los niños.
• Problemas sensoriales: Algunos tienen una mayor sensibilidad a ciertas texturas o sabores, lo que los lleva a rechazar ciertos alimentos.
• Experiencias negativas: Si ha tenido una experiencia negativa con un alimento en el pasado, es más probable que lo evite en el futuro.

Para abordar esta situación de manera efectiva, es fundamental implementar estrategias basadas en la paciencia y el respeto hacia los tiempos y necesidades de cada niño, ya que el comportamiento alimentario selectivo requiere paciencia y estrategias adecuadas. Algunas sugerencias para promover una alimentación saludable son:

1. Ofrecer variedad: Introducir gradualmente nuevos alimentos y presentarlos de diferentes formas puede ayudar.
2. Modelar buenos hábitos alimentarios: tienden a imitar el comportamiento de los adultos, es importante que los padres muestren una actitud positiva hacia los alimentos saludables.
3. Involucrar a los niños en la preparación de alimentos: Permitir que los niños participen en la preparación de comidas esto aumenta su interés y disposición a probar nuevos alimentos.
4. Crear un ambiente positivo durante las comidas: Evitar la presión y el castigo durante las comidas ayuda a los niños a sentirse más relajados y abiertos a probar nuevos alimentos.

Al aplicar estas estrategias, no solo se promueve una alimentación equilibrada, sino que también se fortalece la confianza y la autonomía de los niños en su relación con la comida.