En nuestra Escuela de Lenguaje Rucalaf, las pausas activas son esenciales para el bienestar físico, emocional y lingüístico de nuestros estudiantes. Estas breves actividades se integran en la jornada diaria, ofreciendo un respiro entre clases para mejorar la concentración y fortalecer la comunicación.
Movilidad y Comunicación
Durante estas pausas, se realizan ejercicios físicos sencillos, como estiramientos, saltos y dinámicas grupales que promueven la coordinación motriz gruesa. Además, los juegos lingüísticos ayudan a los niños a desarrollar habilidades de comunicación, siguiendo instrucciones, nombrando objetos y describiendo acciones.


Las pausas activas tienen varios beneficios claves, tales como:
- Aumento de la motivación: Realizar actividades divertidas y diferentes durante el día escolar contribuye a que los estudiantes se sientan más motivados y con mayor disposición para aprender. Estos momentos de recreación ayudan a romper la monotonía y crean un ambiente más dinámico.
- Mejora de la concentración: Las pausas activas permiten que los estudiantes liberen energía acumulada y despejen la mente, lo que aumenta su capacidad de concentración y atención cuando regresan a las actividades escolares.
- Reducción del estrés y la ansiedad: Al integrar momentos de movimiento durante la jornada escolar, los niños y niñas pueden liberar tensiones, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad.
En nuestra Escuela de Lenguaje Rucalaf, consideramos que las pausas activas son mucho más que un descanso físico, son “momentos para aprender, jugar y conectarse con los demás”. Estas actividades enriquecen tanto las habilidades lingüísticas como el desarrollo integral de nuestros niños.

- Darlin Mellado M.
- Técnico de nivel superior en educación diferencial
- Escuela de lenguaje Rucalaf.