
Para comenzar es necesario conocer el concepto de “Estrategia”,procesamiento por el cual se toman decisiones o se realizan acciones para conseguir un objetivo o una meta determinada. Nosotros como agentes educativos y/o padres estamos impulsando constantemente la vertiente expresiva y comprensiva del lenguaje dentro de su entorno, junto a sus pares y familia, es por eso que es de relevancia conocer y llevar a cabo diariamente estrategias comunicativas que nos sirvan para fomentar esta comunicación. Inicialmente, se sugiere hablar de una forma simplificada, organizada e inflexiva, variando el tono de nuestra voz para llamar la atención y generar la concentración de nuestro hijo o hija.


Gradualmente, utilizamos la estrategia de “Modelado, expansión y reformulación”, la cual consiste en que el adulto como modelo a seguir, es capaz de reproducir las expresiones de los niños de forma correcta, agregando partículas gramaticales faltantes y/o contexto al enunciado. Otra estrategia a utilizar es la de “Transferencia”, en donde se traslada el problema a otro (objeto, persona), así el niño/a no se sentirá expuesto. Ej.: si queremos preguntar lo sucedido en el día, se le pregunta al peluche favorito del menor, “Bluey ¿Cómo te fue hoy?”, (el adulto presente responde ante la interrogante, haciéndose pasar por el juguete), luego se le repite la pregunta a nuestro hijo o hija, así se sentirá más a gusto e intentará imitar el comportamiento de su juguete favorito. Finalmente, no tenemos que olvidarnos del “Juego”, que desempeña un rol fundamental en el lenguaje, estimulando el desarrollo y aprendizaje lingüístico comunicativo de los niños, como también sus habilidades simbólicas que nos permiten hablar de cosas que no son concretas, como por ejemplo, mediante la imaginación, representar mundos imaginarios, potenciando el que sean más informativos sobre su propia experiencia. Al realizar juego de roles con nuestros niños y niñas, aumenta la confianza y el interés por comunicarse, generando una oportunidad para pasar un tiempo de calidad con nuestros hijos, donde se trabajan todos los niveles del lenguaje, se aumenta el vocabulario, se expanden su oraciones, se fomenta la correcta producción de las palabras, se respetan turnos y, por sobre todo, se genera un espacio en familia, que es muy enriquecedor para el desarrollo cognitivo y afectivo de los menores. Es necesario enfatizar que siempre es importante dar una felicitación verbal y/o física cuando estamos utilizando estas estrategias, ya que complementan el avance significativo que estamos haciendo en la vida de nuestros niños, reconociendo sus logros.

- Nicole Castro Sanhueza
- Fonoaudióloga
- Escuela de Lenguaje Pequeños Tesoros